¿Hola Enric, aún no te has repuesto del soponcio?. Tiene que ser duro estar haciendo el ridículo toda tu vida por un hijo de su madre y que te lo pague de esta forma. Tu poca personalidad te hizo presa fácil del embaucador, pero no te preocupes, aún te quedan tus raíces, tu familia, a las que tanto despreciaste, pero son parte de ti, siempre son y serán parte de ti, aunque quieras independizarte de ellas. Vuelve a casa, te esperamos con los brazos abiertos, tal como fue recibido el hijo pródigo.