Desde hace una semana el ayuntamiento de Montgat viene poniendo cada día una música atronadora -brota de la Escola Sant Joan- a la hora en que salíamos a los balcones -en pasado, porque a la mayoría se nos han quitado las ganas- a aplaudir a los sanitarios y demás personas que están trabajando por todos nosotros durante esta crisis del coronavirus.
Como no teníamos bastante con el confinamiento, al ayuntamiento le ha parecido la gran idea machacarnos los oídos.
Con frecuencia defendemos la libertad de expresión, ¿por qué no empezar ya a defender nuestro derecho de audición? No tenemos que soportar que nos impongan gustos y emociones a golpe de pito.
Reivindico el derecho al silencio y oír la música de nuestra apetencia cuando queramos en la intimidad del hogar, sin imponérsela a nadie.