Estoy de acuerdo contigo Esperanza. Vivimos en una nación con un pasado y un presente en el que tenemos muchas cosas positivas pero también muchas cosas de las que tenemos que avergonzarnos e injusticias y agravios comparativos que corregir.
Tenemos una nación y diecisiete regiones/comunidades autónomas en las que la clase dirigente política y económica siempre ha salido beneficiada del esfuerzo y el sacrificio del pueblo que ha sido expoliado por esa casta política y económica.
Tenemos una nación que esos poderes políticos y económicos de los 18 gobiernos centrales y autonómicos, sus partidos políticos, los sindicatos y todo el entorno familiar y de amiguetes, han estado realizando políticas corruptas y latrocinios masivos siempre en la misma dirección y en contra del pueblo trabajador honesto, honrado explotado por todos esos poderes.
Tenemos una nación en la que desde hace siglos gran parte de sus regiones y pueblo se han estado esforzando y sacrificado en beneficio de tres regiones privilegiadas políticamente para procurar su desarrollo y convertirlas en locomotoras de la economía de todos, para que arrastren posteriormente el desarrollo de los demás.
Tenemos una nación que esas regiones beneficiadas de todas esa políticas arancelarias, inversoras, mano de obra barata... etc y que se han desarrollado gracias mayoritariamente del resto de comunidades que por culpa de la falta de inversiones y políticas desarrollistas porque estas se hacían en las otras durante los últimos siglos; se han visto forzadas a emigrar y a envejecerse con la promesa de un desarrollo futuro que ahora hay quién se lo niega.
Estamos en una nación llena de agravios comparativos siempre aplicados en favor de la misma casta y de los mismos territorios
Efectivamente, estamos rodeados de mamelucos. Empezando por los de aquí o por los de allá, pero sobre todo de los que sin sacar provecho de la situación, sirven de bufones y tropa, o “tontos útiles” de la causa de esta casta. Esperanza, ¿Tú eres de estos? ¿O eres de los que sacan provecho?